Cuando usted ha hecho una invención o está en el proceso de desarrollar un nuevo producto, obviamente no quiere que su competidor se aproveche de esta información. Usted puede impedir que sus competidores lo hagan si tiene una patente. Una patente, también conocida como patente, asegura que usted tiene el derecho exclusivo de fabricar y comercializar este producto.
¿Qué es exactamente una patente?
En resumen, una patente es un documento oficial que le permite prohibir a otros el uso o la venta de su invención o producto. Puede solicitar una patente para un nuevo producto, así como para una nueva aplicación de un producto existente o un método o proceso de trabajo.
Una patente es válida para un determinado país o grupo de países (por ejemplo, dentro o fuera de Europa). Cuando usted está considerando solicitar una patente, no tiene que decidir inmediatamente en qué países o continentes quiere hacer valer estos derechos. Esto le permite esperar un año, y cuando presente una solicitud internacional, incluso hasta 2,5 años.
Términos y condiciones de una patente de marca
Si desea que su invención sea patentada, su producto debe cumplir con los siguientes requisitos:
Novedad. Su producto debe ser nuevo. La idea no debe conocerse en ninguna parte del mundo antes de la fecha de presentación. Ni siquiera si usted mismo ha ayudado a que esta idea llegue al mundo, por ejemplo, durante una presentación o por medio de un boletín informativo.
La inventiva. Su invención debe ser inventiva. En concreto, esto significa que su idea no debe ser obvia para el artesano.
Aplicabilidad industrial. Su invención debe ser sobre un producto o proceso de producción. También debe ser capaz de funcionar, aunque no es necesario que lo demuestre.
Por lo tanto, las teorías científicas naturales, los métodos de cálculo y los diseños estéticos no pueden ser protegidos por una patente. Existen otras formas de protección para ello, como los derechos de autor.
¿Es necesario tener una patente?
Millones de patentes ya han sido publicadas en todo el mundo, y cada día se añaden otras nuevas. Existe la posibilidad de que su idea ya haya sido grabada en alguna parte. Además, no todos los productos son igualmente aptos para ser patentados.
Si su producto tiene un ciclo de vida corto, una patente en sí puede ser superflua. Lleva un tiempo antes de que usted obtenga la patente y mientras tanto su idea puede que ya esté desfasada. El que una patente tenga sentido o no depende en gran medida del producto, del mercado y de las circunstancias.
Ventajas y desventajas de tener una patente
Si usted ha patentado su invención, puede cosechar óptimamente los beneficios de sus esfuerzos, excluyendo a otros. Además, tener una patente disuadirá a los competidores, dándole más control sobre su área de ventas.
Sin embargo, la solicitud de una patente también puede tener inconvenientes. Patentar su invención significa que tiene que publicar su idea. Después de todo, sus competidores necesitan saber cuáles son sus derechos exclusivos.
La patente depende de una buena formulación. Si la descripción es incorrecta o incompleta, el derecho obtenido también será limitado.
Por otro lado, no querrá revelar demasiados detalles de su invención, para que sus competidores puedan utilizar esta información en su beneficio. Cuando se desea solicitar una patente, siempre vale la pena buscar asesoramiento profesional.