Con un aspecto curioso, pero bastante atractivo, El Leopardo Bengalí es uno de los gatos más asombrosos dentro del mundo felino, bien sea por sus características que lo hacen ser similar a un leopardo, o por las asombrosas situaciones a las que se enfrentan en una sociedad acostumbrada a lo común.
Quédate a seguir leyendo, te contaremos todo lo que necesitas saber de esta asombrosa raza.
Origen del gato bengalí
La historia de El Leopardo Bengalí inicia en el año 1963 en los Estados Unidos, justo cuando un genetista tuvo la idea de comenzar a cruzar a los gatos de pelaje corto americano, con una raza de gata salvaje y asiática. En concreto, esta era la hembra de los leopardos asiáticos, resultando una camada de varios gatos.
En este punto, se tienen en consideración algunas hipótesis con respecto a la raza:
- Se considera que la misma tuvo un cruce con diferentes gatos domésticos, como lo eran abisinio, el mau egipcio y el gato siamés; llegando hasta la raza que conocemos actualmente.
- Por otra parte, se cree que la primera camada tuvo una hembra que se cruzó nuevamente con su padre, por lo que surgieron nuevas camadas que se complementaban, generando al conocido gato bengala, con una similitud a las Gatas Calico, pero con manchas más pronunciadas.
Lo que sí sabemos que está más que claro, es que El Leopardo Bengali fue una raza que se creó por el hombre, entre un gato fiero y salvaje, pero con un carácter de uno doméstico.
Características de El Leopardo Bengali
Se trata de un gato que cuenta con características morfológicas y etológicas que provienen de antecesores. El gato bengalí obtiene del leopardo asiático el porte musculoso, logrando hacer llegar hasta los 9 kilos, en caso de los gatos adultos.
En cuanto a su morfológica corporal, tienen características similares a las del guepardo, con un pelaje corto, espeso, pero bastante suave. Además, su tonalidad puede llegar a ser naranja o con tonos dorados.
Nota:
El Leopardo Bengalí destaca por tener un pelo distintivo, y pueden existir hasta 4 tipos de bengalíes, conocidos como Marbeled, Potted, Sparbled y los gatos blancos, que se son los representantes de la genética albina.
Por otra parte, el comportamiento de esta raza deriva de una común, ya que se trata de un animal que se puede adaptar sin problemas a cualquier espacio doméstico, además de ser un gato bastante sociable con otras personas dentro de su entorno.
Cuidados de El Leopardo Bengali
Dejando de lado la gran necesidad de espacio, los gatos bengala no requieren de cuidados exhaustivos. Con solo un cepillado dos veces por semana, y la limpieza del cerumen en sus orejas, pueden mantenerse más que saludables; aunque las visitas al veterinario deben ser recurrentes.
Por otra parte, la alimentación dependerá del tipo de vida que tenga el gato. Si se trata de un ejemplar sedentario, se tiene que vigilar para que no engorde y entre en una etapa de obesidad, pero también se requiere tener un balance en su alimentación para proporcionar los nutrientes necesarios.
